Cuando se trata de cumplir tus metas financieras y no terminar atrapado en deudas en el intento, la clave es planificar. Es fundamental que tengas claro cuánto ganas y qué hacer cuando te llega tu sueldo para así de esta forma poder tomar las riendas de tus finanzas personales.
Puede parecer difícil, pero ordenar tu situación financiera te va a dejar más tranquilo mes a mes y te va a ayudar a cumplir tus metas, como una casa propia, el auto de tus sueños o la universidad de tus hijos. Y el primer paso es rayar la cancha.
Rayar la cancha
Lo primero que tienes que hacer es ver el marco en el que te vas a poder mover mes a mes, entre tus ingresos y tus gastos.
La mayoría de la gente tiene el sueldo en su trabajo como única fuente de ingresos, pero desde la perspectiva de cada uno, las ganancias de emprendimientos y ventas de bienes también cuentan como ingresos. De igual forma las pensiones y rentas vitalicias.
Por el otro lado, los gastos son las cosas que tienes que pagar, tus obligaciones financieras incluyendo, cuotas de créditos (hipotecarios o de consumo, por ejemplo), cuentas, matrículas de colegio, supermercado, etc.
El balance entre tus ingresos y tus gastos es clave. Si tienes más gastos que ingresos, es muy probable que te encuentres en una situación desfavorable después de un tiempo.
Ojo con la frecuencia
Si bien hay muchos tipos de gastos e ingresos, la mejor forma de clasificarlos es según la frecuencia con la que aparecen.
Los ingresos fijos, por ejemplo, son aquellos que no cambian entre mes y mes. El mejor ejemplo es un sueldo, en el caso de las personas que reciben el mismo monto todos los meses o, el dinero que te paguen por alguna propiedad que tengas arrendada. Estas son fuentes de ingreso con un monto predeterminado y que llega en un momento específico. Esos ingresos deberían ser uno de los pilares centrales de tu presupuesto, porque es el dinero que sabes que va a llegar, con el que te puedes planificar.
En cambio, los que van cambiando se conocen como ingresos variables. Por ejemplo, si emitiste boletas de honorarios por un trabajo específico, como un servicio profesional o técnico, por un tiempo determinado, eso es un ingreso variable, porque no lo vas a tener disponible mes a mes. Lo mismo pasa cuando obtienes dinero de la venta de un bien, como una casa o un auto. Esa entrada de dinero es de una sola ocasión, no se va a repetir mes a mes, así que es un ingreso variable.
Lo mismo pasa con los gastos. Los gastos fijos son los que no van a cambiar de forma relevante entre mes a mes, y tienden a estar asociados con las necesidades de tu hogar y familia. En esta categoría entran, por ejemplo, las cuentas del agua, la luz, internet y el teléfono y el costo de los bienes que consumes todos los meses, como el supermercado.
En cambio, los gastos variables son los que varían de mes a mes. Si tuviste que hacer un arreglo en el auto por la revisión técnica o compraste algún producto o tuviste una emergencia médica que cubrir, caen dentro de esta categoría.
¿Cómo pago lo que quiero y lo que necesito?
Para las necesidades, lo más recomendable es pagar con tus ingresos mes a mes, mientras que para las cosas que quieres hay distintas fórmulas.
Si es que tienes una situación financiera holgada, puedes pagar las cosas que quieres con tu dinero mensual, sin ningún problema.
En el caso de que no tengas el dinero, hay dos soluciones para que puedas comprar lo que quieras. En primer lugar, está el ahorro, donde en un período de tiempo juntaste dinero para comprar. En segundo lugar, está la deuda, con distintas alternativas, como la tarjeta de crédito y el crédito de consumo. En este caso, es importante fijarse en qué tanto te van a cobrar por endeudarte (tasa de interés y otros gastos del crédito) y en cuánto tiempo vas a tener que pagar esa deuda, para incluirlo en tu planificación personal.
es la sigla de Carga Anual Equivalente. Es un indicador, medido en porcentaje, que incluye los intereses, gastos y seguros asociados a un crédito. Así, ese número engloba el “costo” total de un préstamo. Se trata de un parámetro exigido por la regulación en Chile, creado para que los consumidores puedan comparar más fácilmente entre distintos productos financieros (a un mismo plazo).
tipo de deuda en que una persona pacta con una institución financiera el préstamo de un monto, que será pagado en un plazo determinado con cuotas mensuales y con una tasa de interés. Existen créditos comerciales, hipotecarios, de consumo, automotrices y tarjetas de crédito. [enganchar con el módulo 2 de conceptos de deuda]