Aprende a reconocer los diferentes tipos de estafas y cómo proteger tus transacciones financieras en el espacio digital
Hoy en día las estafas pueden presentarse de forma presencial o remota, abarcando así todas las plataformas en donde se desenvuelve nuestra vida cotidiana. Por ello es muy importante actuar con mucha precaución priorizando siempre tu seguridad y la de tu información personal, cuando te ofrecen oportunidades de inversión o cuando alguna tercera parte te pide datos personales por algún motivo.
Si se trata de una oferta o de un “premio” que te dicen que ganaste o, de una “oportunidad” en la que tienes que entrar ahora mismo, debiera levantar sospechas automáticamente. Por lo mismo, si algo te parece fuera de lugar, es importante hacer preguntas incisivas y no entregar información personal –de ningún tipo– así como así y bajo ninguna circunstancia.
A continuación, te presentamos información relevante que te ayudará a ampliar tus conocimientos sobre el mundo de los fraudes:
Hoy en día las estafas pueden presentarse de forma presencial o remota, abarcando así todas las plataformas en donde se desenvuelve nuestra vida cotidiana. Por ello es muy importante actuar con mucha precaución priorizando siempre tu seguridad y la de tu información personal, uando te ofrecen oportunidades de inversión o cuando alguna tercera parte te pide datos personales por algún motivo.
Si se trata de una oferta o de un “premio” que te dicen que ganaste o, de una “oportunidad” en la que tienes que entrar ahora mismo, debiera levantar sospechas automáticamente. Por lo mismo, si algo te parece fuera de lugar, es importante hacer preguntas incisivas y no entregar información personal –de ningún tipo– así como así y bajo ninguna circunstancia.
Las narrativas detrás de los distintos tipos de fraude que aparecen de tanto en tanto van variando, pero por lo general hay tres grandes categorías de estafas que se utilizan, dependiendo de la plataforma en la que se materializan:
1. Estafas telefónicas
Es un fenómeno tan frecuente que probablemente tienes algún conocido que ha caído en este tipo de fraude o que lo hayan tratado de hacer caer. El mecanismo es a través de una llamada en la que tratan de obtener información personal –generalmente, datos bancarios– de la potencial víctima. La estrategia puede ser con un gancho, como un premio por el que nunca participaste, o un susto, como una supuesta multa o llamada de un “carabinero”. Sin importar lo que te digan, nunca entregues tus claves a terceros.
2. Estafas electrónicas
El phishing es una de las formas más comunes de fraude en internet. La forma más frecuente es un correo electrónico o mensaje de texto, disfrazado de una comunicación legítima de alguna empresa –como, por ejemplo, un proveedor de servicios conocido– con un link que lleva a un sitio fraudulento donde se solicita a las personas ingresar sus datos personales. Nunca entres a un sitio donde deberás ingresar tus claves a través de un link recibido por mail. Tómate un par de segundos más, y entra al sitio escribiendo la dirección directamente en tu navegador, para asegurarte de que no es una estafa.
3. Clonación de tarjetas
Es una de las formas más antiguas de fraude con plásticos, donde los criminales extraen la información de las tarjetas para después copiarlas y usarlas. Pese a los cambios que se han hecho a los plásticos a medida que los bancos suben los estándares de seguridad–como el uso de tarjetas con chip–, esta forma de fraude sigue existiendo, de formas cada vez más sofisticadas. La mejor forma de evitarlas es siempre fijarse en que los apartados donde ingreses tus tarjetas no tengan piezas diferentes a lo normal, que es como logran robarte tus datos. Y por supuesto, nunca pierdas de vista tu tarjeta. Es tu tarjeta y tú la debes operar. No la entregues a otras personas.
Fuera de esos tres grandes grupos, hay otras formas de fraudes de las que hay que cuidarse, que no están necesariamente orientadas a robarte tu información personal para robarte dinero, como es el caso de los hackeos y el phishing. Son casos en que el engaño logra que las personas entregan voluntariamente su plata, bajo la premisa de obtener más dinero en un negocio.
Las estafas financieras, por ejemplo, han tomado mucha relevancia en los últimos años, especialmente después de una seguidilla de casos lamentables como los de Alberto Chang y Rafael Garay. En este caso, la mejor forma de blindarse es siendo escéptico y estando atento a “oportunidades de negocios” con promesas de beneficios poco realistas, pero muy atractivas.
Una forma específica de estafas financieras son los esquemas piramidales, también conocidos como esquemas Ponzi. En este caso, los estafadores atraen a las personas con promesas de grandes sumas de dinero o supuestas inversiones sin riesgo, y los invitan a recomendarle el “negocio” a sus conocidos, para atraer más dinero y pagarla a las personas que están arriba de la pirámide, dándole un aire de legitimidad.
Para evitar caer en este tipo de fraudes, es importante que te fijes que tu asesor financiero esté regulado por las autoridades competentes. En el caso de Chile, se trata de la Comisión para el Mercado Financiero. Eso te permitirá saber que cumplen con los controles necesarios.
Con cada vez más transacciones financieras sucediendo en el espacio digital, la ciberseguridad se ha ido convirtiendo en una dimensión cada vez más importante para empresas y personas.
En particular, gracias al crecimiento y la diversidad del comercio online, es crucial que hagas todo lo posible para que tus datos personales y bancarios se mantengan en buenas manos, siendo cuidadosos con los sitios con los que interactúas y con la forma en la que entregas datos sensibles.
A la hora de navegar en el ciberespacio, hay varias medidas que puedes tomar para protegerte de un ataque cibernético o que una tercera parte se robe tus datos personales:
1. El antivirus es tu mejor amigo
Un programa antivirus actualizado es una excelente herramienta para defenderse de ataques cibernéticos. Un buen antivirus te va a notificar de intentos de phishing y otros fraudes cibernéticos, lo que te va a dejar más protegido.
2. Cuida tus dispositivos
Bajo la misma lógica de que perder tu billetera pone en peligro tu tarjeta, perder tu teléfono u otros dispositivos que uses para comprar o pagar cosas podría darle espacio a quien lo encuentre para usar tus datos. Lo mismo pasa con los robos. Por lo mismo, trata de cerrar tus sesiones iniciadas cuando termines de usarlas, aunque sea por un minuto, por si acaso.
3. Cuida la red que usas
En primer lugar, trata de hacer transacciones sólo cuando estés conectado a redes que te den confianza (como la de tu casa) en vez de conexiones en espacios más públicos (como la de tu cafetería favorita). Además, trata de blindar tu conexión privada con un buen cifrado WLAN, una contraseña compleja y actualizaciones periódicas.
4. Correos o mensajes sospechosos
Lo mejor es estar “a la defensiva” cuando recibes correos o mensajes de texto en que te piden tus datos. Muchas estafas de phishing funcionan con correos electrónicos fraudulentos que simulan ser mensajes de fuentes confiables, como tu proveedor de internet o el mismo banco, con un link donde te extraen tus datos bancarios o tus contraseñas. ¡Aún mayor razón para sospechar si no conoces a quien te mandó el mensaje! Y recuerda: nunca, nunca, nunca le entregues tus claves a terceros.
5. Contraseñas apropiadas
La tentación de usar la misma clave para todas tus cuentas es fuerte, pero hay que tratar de resistirla. Expertos en ciberseguridad recomiendan tener una contraseña aleatoria, larga y fuerte, para hacer más complejo que terceras partes las adivinen en base a tu información personal. Olvídate de datos como el año que naciste, tu cumpleaños o tu nombre. Además, se recomienda incorporar números, mayúsculas y signos, para hacerlas aún más complejas. Y es una buena idea tener distintas claves para distintos sitios o aplicaciones, para que no queden comprometidas todas tus cuentas si es que alguien rompe tu línea de seguridad.
Hay otras medidas que te van a ayudar a mantener vigente tus niveles de seguridad:
1. Actualizaciones de software
Es un clásico de la vida moderna la larga lista de actualizaciones de software y sistemas operativos pendientes. Si es posible, trata de actualizar tus sistemas, considerando que algunas mejoras están relacionadas con mejores niveles de seguridad.
2. Condiciones de uso
Es frecuente que uno confíe ciegamente en las aplicaciones y sitios que usa en internet, pero la mejor opción es darte unos minutos para revisar los términos y condiciones de uso, para asegurarte de que está todo en orden.
3. En dispositivos ajenos
Si usas dispositivos ajenos, como el teléfono o computador de alguien más, ten cuidado de cerrar todas las cuentas que utilices. Esto es especialmente importante si estás usando un dispositivo de uso público, como el computador de un cibercafé.